martes, 6 de noviembre de 2007

Peligro al pedalear, seguridad al cagar. La segregación ciclista en el campo

Aquí tenemos a nuestro amigo pasando un agradable rato en el campo. Un lugar tranquilo donde poder evacuar, en el mismo camino. Cuando te pilla el aprieto, cualquier lugar es válido. Sin ningún miedo a entorpecer el tráfico, en este poco concurrido y tranquilo camino, se dispone a hacer sus necesidades.

Centrándome en lo que quería decir, que curioso ver una vía ciclista segregada (carril bici) en esta amable vía en la que, incluso, se puede tomar uno el respiro de cagar en ella sin ningún peligro que nos amenace, salvo algún lagartillo que nos quiera comer los huevos.

En fin, todo sea por el medio ambiente y contra el cambio climático. Si hay que poner carriles bici, se ponen. Si hay que cultivar, regar, cortar, tratar, transportar,… árbolitos para hacer las maderitas tan graciosas, se hace. A este camino solo le falta ponerle aceras y habremos hecho un magnífico trabajo urbanístico sostenible.

Lástima que se trate de la Vía Verde de la Campiña (Marchena_Córdoba) que, primero, abrió una brecha en el campo (aunque comparado con las vías de transporte actuales, esto es una maravilla soportable), segundo, perdió su carácter ferroviario en favor de otros medios de transporte insoportables, tercero, ha acabado conquistada por la segregación ciclista y la segregación peatonal..., ¿cuánto tardará en convertirse en calzada asfaltada, eso sí con carril bici y acera, dios mío para salvar el planeta?

Crítica al movimiento ciclista del estado español en relación a su reivindicación de vías ciclistas urbanas segregadas del tráfico (acera bici y carril bici)